Martín Kaiser es ingeniero agrónomo y responsable de vitivinicultura y enología en Bodega Doña Paula. En 2020 fue elegido por Tin Atkin como “Viticultor del Año” por su destacado trabajo en el estudio de suelos.
Desde que se unió a Doña Paula en 2006, Martín ha realizado un exhaustivo programa de investigación de los viñedos llamado “Terroir in Focus” enfocado sobre la influencia del clima y el suelo en el Malbec. Han sido más de 700 calicatas identificando los diferentes suelos, con alrededor de 200 microvinificaciones para reflejar cada terreno en un vino, profundizando en su relación.
En el programa especial por el Día Mundial del Malbec de Matices del Vino, Martín Kaiser analizó la relación entre este varietal y las zonas en las que se produce en Argentina.
–¿Por qué crees que el Malbec se adaptó tan bien a la Argentina?
-Es una pregunta que no sé si tiene una sola respuesta y yo me la he hecho muchas veces sobre todo porque el Malbec es una variedad que en otras partes del mundo es muy desafiante. Uno puede decir que en Argentina hay grandes Cabernet Sauvignon, pero también hay grandes exponentes en otras partes del mundo. Pero con los Malbecs en otras partes del mundo vas desde que son muy tánicos o se da que en Australia hay Malbec con colores bastante flojos. Yo creo que aquí ayuda la gran exposición al sol que tiene la uva y el hecho de que nuestros días sean más bien cálidos. Esto hace que los taninos del Malbec se redondeen y lleguen a la copa mostrándose mucho más sedosos de lo que se dan en otros lugares.
–¿Se puede hablar de una misma tipicidad para el Malbec de Argentina?
-Yo creo que el Malbec tiene su personalidad y su impronta, pero es cierto que hay muchos Malbec que son muy diferentes a ese Malbec prototípico y si se los das a una persona en una cata a ciegas seguro no saca que es el varietal.
Me gusta decir que podemos tomar como modelo el Malbec de Luján de Cuyo, justamente porque tiene una situación intermedia comparados con el resto de los Malbecs de las distintas regiones del país. El Malbec de Luján de Cuyo tiene todo presente.
El Malbec tiene más de 150 precursores aromáticos distintos repartidos en ocho grandes familias de compuestos aromáticos. Y de todos ellos más de la mitad están por encima del umbral de percepción de esos aromas en el Malbec.
“El Malbec según el lugar en el que se cultiva te presenta perfiles bastante diferentes y esto lo hace más rico. Ahora yo creo que estamos en condiciones de ofrecerle al mundo Malbecs muy diversos en estilos y características aromáticas y en boca”, afirma Martín Kaiser, destacando el rol que tiene el terroir.
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