Andrea Ferreyra es la enóloga principal de Bodega La Celia desde el año 2012, con quienes viene trabajando desde el 2006 aplicando sus más de 20 años de experiencia en la industria a su labor diaria, la cual sigue llevando adelante con orgullo y gran dedicación. Con sus más de 125 años de historia, La Celia es la bodega más antigua del Valle de Uco y sinónimo de la localidad de Eugenio Bustos en San Carlos. Hoy la empresa pertenece al grupo chileno Viña San Pedro Tarapacá, que controla el gigante de las bebidas CCU.
En esta entrevista con Matices del Vino, la enóloga habla sobre su labor en la bodega, su relación personal con el Cabernet Franc y el terroir de Eugenio Bustos y su concepto a la hora de vinificar.
-Ustedes fueron pioneros en inaugurar la era de la alta gama para el Cabernet Franc. ¿Desde entonces hasta ahora cómo ves la evolución de este varietal?
-Tocaron mi parte sensible porque la verdad que el Cabernet Franc (CF) es mi debilidad. Yo conocí el CF de La Celia cuando no estaba trabajando en la bodega. Yo siempre cuento esta historia. Yo trabajaba en otra bodega y la persona que importaba nuestros vinos en Europa también comercializaba los vinos de La Celia y ella me dijo que teníamos que probar el CF que hacía en ese momento Mauricio Lorca en La Celia. A mí me parecía totalmente extraño y así lo conocí y me enamoré. Tiempo después tuve la suerte de empezar a trabajar en La Celia y recuerdo que en mi primera entrevista lo primero que le pregunté al jefe de Recursos Humanos era si seguían haciendo CF. No me importaba ni el horario ni el dinero que iba a cobrar, ni la distancia a la que quedaba la bodega. Sólo me importaba el CF y fue una cepa que aprendí a conocerla en La Celia y empecé a elaborarla con aciertos y errores.
La Celia fue la primera bodega en elaborar como varietal un vino CF en el año 2000 y ponerlo en una etiqueta. Y es una cepa que se adapta muy bien a todos los lugares de Valle de Uco y cada uno con su identidad.
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