
Alejandro Vigil egresó como Ingeniero Agrónomo de la Facultad de Ciencias Agrarias de Mendoza, donde luego realizó dos maestrías, en Enología e Irrigación. Inició su carrera en el INTA, donde a los 28 años fue nombrado director del departamento de análisis de suelos. En el año 2002 comenzó a trabajar en Catena Zapata como Director del Departamento de Investigación y Desarrollo. En 2003 se unió al equipo de Enología, a cargo de los vinos top de Catena. Su fuerte background científico le permitió desarrollar nuevas técnicas vitícolas y enológicas.
Alejandro fue nombrado Director de Enología de Catena Zapata en julio de 2007. Bajo su dirección enológica, en el año 2010 Catena Zapata fue nombrada New World Winery of the Year por la revista Wine Enthusiast y, en 2012, Winery of the Year por la revista Wine & Spirits. Alejandro ha contribuido a que los vinos de la bodega obtengan puntajes superiores a 95+ en reconocidas publicaciones.
Es el emprendedor gastronómico detrás de reconocidas marcas como Casa Vigil, Chachingo y desde este año está al frente de Wines of Argentina, el ente de promoción internacional del vino argentino.
En una entrevista con Matices del Vino, en el ciclo de los especiales que se emiten en vivo desde el Hotel Park Hyatt de Mendoza, el reconocido hacedor de vinos y empresario gastronómico habló del país y la vitivinicultura, de su nuevo rol en Wines of Argentina (WofA) y la necesidad de trabajar juntos por objetivos superadores. El Malbec y los desafíos que tiene por delante el vino argentino.
-¿Cómo te encuentra este etapa y los nuevos desafíos que has encarado?
– No sé si hay un momento ideal para lo que uno va viviendo. Las cosas van pasando y uno tiene que ir adaptándose. Es como la naturaleza, cae granizo, hiela y uno nunca está preparado para eso. Creo que hay que hacer las cosas.
-¿Cómo se piensa trabajar el Malbec para que no decaiga su interés en el mundo?
-A mi si me preguntas qué hay después del Malbec, te voy a querer matar (risas…) porque Argentina es Malbec. Después podemos hacer otras cosas, porque nos encanta hacer otras cosas. Pero estructuralmente nosotros somos Malbec, porque tenemos muchas hectáreas implantadas, porque tenemos mucho conocimiento y es una de las variedades que mejor se ha adaptado a nuestro terroir. Hay todavía para crecer y mucho. Pasó la sensación de moda y ahora empiezan a elegirnos porque les gusta y (el Malbec) empieza a convertirse en un clásico.
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