Walter Bressia es uno de los enólogos más destacados de Argentina, con una amplia trayectoria que ya cuenta con 43 cosechas y que a lo largo de los años pudo dar forma a su propia bodega e iniciando un camino de inspiración para muchos otros. Es uno de los protagonistas de la transformación de la industria del vino a fines del siglo pasado. Con la bodega que fundó en 2003 y lleva su nombre: Bressia Casa de Vinos fue uno de los pioneros en apostar a la calidad y a los segmentos ultra Premium en Argentina.
Como uno de los protagonistas de los especiales de Matices del Vino en el hotel Park Hyatt de Mendoza, el reconocido enólogo con más de 40 cosechas de trayectoria habló de los vinos que le gusta hacer, sus referentes, la pasión por el vino y la familia y su legado.

-¿Cuál fue el germen o el inicio de la idea que te llevó a tener plasmado tu nombre en una botella? Hoy un proyecto familiar de dos generaciones.
-Mi primer paso, después de haber pasado 20 años y haberme formado en (la bodega) Nieto Senetiner, fue apostar todas mis ilusiones al proyecto Viniterra, que era una marca mía que la quería mucho y donde quería hacer un proyecto de alta gama desde allí. Creo que los primeros años lo logramos, pero luego los objetivos de los socios fueron diferentes. A mí lo que más me motivaba, además de hacer algo trascendente con los vinos, era poder incorporar a mi familia, a mis hijos para que estuviera realmente involucrados en un proyecto familiar. Así fue que decidí abrirme de ese proyecto y empezar la bodega familiar desde cero.
Escuchá desde aquí la entrevista completa: