Miriam Gómez es gerenta de enología de Antigal Winery desde 2007, llegó a este puesto luego de trabajar en la bodega Nieto Senetiner. Es una de las enólogas más talentosas y consumadas de la Argentina y aporta una gran experiencia académica y práctica a su trabajo. Oriunda de Mendoza, Miriam es licenciada en ciencias de la alimentación de la Universidad Nacional de Cuyo y licenciada en enología de la Universidad J. A. Maza de Mendoza, donde también obtuvo un diploma de posgrado en calidad vitivinícola y enológica.
Antigal es una de las bodegas más antiguas de Argentina. Fundada en 1897, en la primera zona vitivinícola de Mendoza a los pies de la Cordillera de Los Andes. Los principales viñedos están ubicados en Valle de Uco, en una zona de gran altitud con una elevación de hasta 1200 metros sobre el nivel del mar.
En una entrevista con Matices del Vino, el Gerenta de Enología de Antigal habló sobre la transformación hacia la sostenibilidad que experimenta la bodega y los desafíos que enfrentan.
-¿Qué es para ustedes la sostenibilidad?
-Es fundamentalmente amigarnos con el medio ambiente. El ser humano ha causado bastantes destrozos de alguna manera en esta tierra y la parte industrial ha ido modificando nuestro entorno. Y esto nos obliga a replantearnos cómo va a ser el futuro de este planeta y tenemos que comprometernos con el medio ambiente y la sostenibilidad para empezar a revertir el cambio climático y todo lo que le hemos cambiado a la naturaleza. La sostenibilidad implica empezar a trabajar con esta consciencia de tratar de modificar lo menos posible el ambiente, ahorrar y cuidar los recursos naturales, principalmente el agua.
-¿Para ser sostenible, hay que ser orgánico?
-Para nada. No tiene nada que ver. Todo tipo de industrias puede y debe ser sostenible y creo que deben asumir ese compromiso.
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