El proyecto Matervini es el emprendimiento vitivinícola que une nuevamente a Santiago Achával y Roberto Cipresso. Nació en 2008 con una gran inquietud, “¿qué viene después del Malbec?”. Su respuesta fue: “¡Más Malbec!, de diversos lugares, con distinto carácter”. Escucha desde aquí la charla que tuvieron estos dos hacedores con Matices del Vino.

Santiago Achával nació en Rochester, Minnesota, EEUU, pero desde los seis años vivió en Córdoba, Argentina. Inició su carrera como winemaker y fundó en 1998 la bodega Achával- Ferrer, asociado a Manuel Ferrer y Roberto Cipresso. En pocos años obtuvieron importantes reconocimientos en diferentes revistas especializadas, como The Wine Advocate y Wine Spectator. Achával, pionero en vinos Malbec de viña vieja en la Argentina, se unió nuevamente a Cipresso para formar Matervini, emprendimiento que comenzó a gestarse en 2008 y hoy se concreta en la producción de uvas Malbec en distintas geologías del país.

Por su parte, Roberto Cipresso es oriundo de Bassano del Grappa, Italia, y comenzó su carrea de winemaker en 1987 en Montalcino, donde nace su pequeña empresa Fattoria La Fiorita, con la que produce botellas de Brunello. En 1999 funda Winemaking, un equipo que asesora a distintas firmas italianas y de otras partes del mundo. De ahí, su conexión con Achával-Ferrer y Santiago Achaval. Funda Winecircus, con la cual desarrolla distintas investigaciones en las que colaboran la Universidad de Padova, de Milán, de Trento, de Pisa y de Udine.
En diálogo con Matices del Vino como invitados centrales de uno de los especiales en el hotel Park Hyatt de Mendoza, Achaval y Cipresso hablaron de su trayectoria y futuro, del inicio de su proyecto Matervini. De lo que están viendo como tendencia y hasta agarraron la guitarra para tocar.
“En Argentina todo es posible”, afirma Roberto Cipresso. Y explica: “Porque tiene 150.000 historias. Porque recién estamos empezando, estamos olfateando lo que es y tenemos una cordillera enorme y una cantidad de lugares que logísticamente todavía no se exploraron. Es fuerte lo que voy a decir, pero el futuro enológico del mundo creo que tiene muchísimo que hacer con la Argentina”.
-¿Es algo que vos pensás o percibís que también otros piensan así?
-Es un pensamiento mío, afirma Cipresso.
-Atenti si es un pensamiento de Roberto, agrega Santiago Achaval. “Yo cada vez que piensa algo anoto porque tiene la visión más larga que conozco. Él es capaz de mirar de aquí a 10 kilómetros.
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