José Luis Mounier nació en Mendoza, en el seno de una familia dedicada a la viticultura. Hace muchos años, la búsqueda de un proyecto personal lo llevó hasta Cafayate donde eligió radicarse junto a su familia. Se formó profesionalmente de la mano de grandes exponentes del vino salteño en el mundo, como Michel Rolland, con quien aprendió a “hacer vinos desde el viñedo”. Vivió una de sus experiencias vitivinícolas más importantes en Bordeaux, Francia, donde trabajó en el proceso de vinificación de Château Le Bon Pasteur en Pomerol. En 2005, fundó Finca Las Nubes, una bodega boutique familiar que produjo los primeros vinos de autor en Salta. Y desde ahí trabaja como winemaker y asesor en proyectos vitivinícolas en Salta, Jujuy y Catamarca.
En dialogo con Matices del Vino desde Salta, el reconocido enólogo se sumó a la celebración del Malbec con su visión y experiencia de los vinos de altura y sus conocimientos al trabajar en Salta, Jujuy y ahora también en Catamarca.
-En el mes del Malbec, ¿qué diferencia a los varietales del Norte, Salta o Jujuy, de otras zonas de Argentina como Mendoza?
-Hay diferencias muy marcadas, al margen de lo que puede ser la forma de vinificación de cada enólogo o el estilo de cada bodega. Hablando de lo nuestro, que está por encima de los 1.700 metros (sobre el nivel del mar), hay una gran amplitud térmica y mucha influencia de los rayos ultravioletas que ejercen una acción estresante sobre la planta que para defenderse termina sintetizando una gran cantidad de colores, aromas y sabores, tiene una piel más gruesa (la uva) y una gran concentración de antioxidantes como el Resveratrol. En cuanto al vino, los taninos son muy dulces, evolucionan bien. Los Malbecs de acá son más carnosos, más jugosos, y en nariz más aromáticos en pimienta, especias.
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