El Bonarda es una de las variedades tintas más cultivadas en Argentina. ¿Pero cuándo comienza el interés por esta variedad de supuesto origen italiano y cómo se extendió en Mendoza y en el país?
En pleno boom vitivinícola (1908-1912), algunos profesores y enólogos de la Escuela Nacional de Vitivinicultura, preocupados por avanzar en la identificación y selección de varietales iniciaron pruebas experimentales con variedades poco difundidas en la región. Y es allí cuando aparecen los primeros indicios sobre Bonarda en la provincia, en los estudios realizados por la mencionada Escuela de Vitivinicultura. En 1911, Leopoldo Suárez describió las variedades del viñedo existente en la Escuela y caracterizó al Bonarda por su alto rendimiento pero escasa aptitud enológica.
Florencia Rodríguez investigadora en Historia del Conicet en su sección Recuerdos del Vino que se emite cada 15 días en el programa Matices del Vino, te cuenta la historia de este varietal y por qué es tan importante.