Martín Molteni es sin dudas uno de los chefs argentinos con mayor reconocimiento en el mundo de la gastronomía internacional. Su trabajo de reconstrucción de la historia, recetas y recuperación de productos regionales tienen más de una década y ha sido reiteradamente destacada. Estudio en Australia, trabajo en Francia y trajinó muchas cocinas en la Argentina, y su restaurante Pura Tierra fue vanguardia en el propósito de encontrarle una identidad a la cocina argentina.
Martín es uno de los jurados del Prix Baron B. Baron B presenta la 4ta edición de la iniciativa que busca destacar desde 2018, los mejores proyectos gastronómicos integrales de la Argentina por su excelencia y su visión transformadora. A través del Prix Baron B – Édition Cuisine, se quiere reconocer las historias de los proyectos y cocineros que trabajan con una mirada innovadora, en sintonía con el medioambiente, dándole valor a la gastronomía regional siempre preservando su entorno natural.
La 4ta edición del “Prix Baron B – Édition Cuisine” tiene dos grandes novedades. En primer lugar, se suman como integrantes del jurado la reconocida chef colombiana Leonor Espinosa y la sommelier argentina Paz Levinson. En segundo lugar, no habrá una proteína que deba ser incluida de manera obligatoria en el plato que cada proyecto presente, de esta manera los participantes podrán desplegar toda su creatividad, conocimiento y excelencia.

En diálogo con Matices del Vino, Molteni analizó el concepto de identidad gastronómica, su visión de la cocina argentina, el vegetarianismo y el veganismo; y qué piensa del vino argentino.
-¿La identidad gastronómica de un pueblo o país, está relacionada directamente con sus raíces?
-Sí, definitivamente. La cultura es algo que se mueve y se recrea todo el tiempo. A la gastronomía le pasa lo mismo. Y la identidad se va enriqueciendo de esos cambios. Y el producto cumple un rol esencial en la identidad gastronómica.
-¿Cómo país hemos construido más rápido la identidad del vino argentino que la identidad de la gastronomía?
-En algún momento al vino se le dio un lugar y empezó a volar y realmente hoy es casi difícil de definir y hoy uno se encuentra casi tantos vinos como productores. Tantos estilos como regiones y eso es inacabable. Y esto nos da un terreno enorme para jugar y hoy el vino es indispensable para la gastronomía. El vino es un producto con una identidad enorme y con una creatividad sin fin que va avanzando. Y tiene su identidad propia en relación a otros vinos de distintos países.
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